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9 oct de 2006

MATANZA EN HUANUNI

Acción de agentes del poder económico supranacional y de tontos útiles

El martes 3 de octubre sucedía en Sucre un hecho por demás insólito: el constituyente Román Loayza se presentó nuevamente al seno de los debates y llamó a la reconciliación, tras sufrir una caída casi mortal en una sesión borrascosa donde oficialistas y opositores al gobierno boliviano de Evo Morales no pudieron ponerse de acuerdo en procedimientos de cómo llevar adelante la Asamblea Constituyente.

Al borde de la muerte, el asambleísta Loayza con seguridad tuvo un encuentro con Dios, con esa fuerza que para muchos es sólo imaginaria, encuentro que le hizo cambiar la visión de su vida y entorno: “Estoy volviendo con más fuerza, pero con fuerza de cariño, con fuerza de amor, con fuerza de respeto (…) Todos somos amigos y, como amigos, nos tenemos que tratar. Yo pensaba, ¿qué he hecho mal, por qué me ha castigado Dios? De repente es una prueba, de repente a algunos les he fallado. ¡Perdóname Dios!!!” http://www.la-razon.com/versiones/20061004_005684/nota_249_340303.htm

Y cuando casi todo parecía volver a la normalidad, cuando ese fantasma de la “guerra civil” parecía disiparse (fantasma alentado por ciertos intereses ocultos), el jueves 5 y viernes 6, mineros sindicalizados y cooperativistas se enfrentaron a muerte por la posesión de parajes en el cerro Posokoni, un yacimiento minero de estaño en Huanuni, localidad que conocí en 1978 con Miriam, cuando teníamos la esperanza de que en un futuro inmediato habría cambios sociales con justicia y equidad; pero, a 28 años de entonces, ese mismo Huanuni que sigue en la pobreza, se desangra por la intransigencia y la sin razón, y lo mínimo que hoy pide es paz.

Lo sucedido en ese distrito minero es desastroso: la cifra de víctimas —oficial: 16 muertos y 57 heridos; el Defensor del Pueblo: 21 muertos y un número indeterminado de heridos; medios de información: 19 muertos y mas de 81 heridos— deja ver al desnudo nuestra irracionalidad, de los humanos, que cegados por la ira, la codicia, la acumulación de bienes y su defensa a cualquier costa. podemos perder la cordura y llegar no sólo al enfrentamiento verbal (como normalmente sucede en las sesiones de la Asamblea Constituyente y del Congreso Nacional o en cualquier conflicto exacerbado, privado o público), sino también a la agresión física, donde no gana ni el vencedor ni el vencido, porque ninguno tendrá a partir de entonces paz en su conciencia, el primero por haber usado más fuerza que su oponente y el segundo por haber sido humillado, quien esperará otro momento para la revancha. http://www.erbol.com.bo/6-10-06listafinal.htm, http://www.la-razon.com/versiones/20061008_005668/nota_249_341891.htm

¿Y quién es el culpable de esa locura? ¿El Gobierno? ¿El Ministro de Minería? ¿Los dirigentes sindicales y cooperativistas? ¿El heredado y pesado sistema administrativo que no puede ser cambiado? ¿El famoso Decreto Supremo 21060? Se habla de que se iniciarán investigaciones para encontrar a los responsables, mientras todos se echan la culpa entre todos.

Pero (y no es por defender a nadie) si el Gobierno, como dicen, no hizo nada para dar solución al conflicto; si los dirigentes de ambos sectores no conciliaron y concertaron, mostrando más bien su normal intransigencia; si los dirigente medios, no buscaron salidas nobles que eviten la muerte; si nadie hizo nada para que entre parientes, amigos, paisanos se maten; entonces ¿quién es el culpable? Todos son (y somos) culpables, porque no es justificativo llegar al enfrentamiento mortal y fatal si un órgano superior (llámese Estado, autoridades de ministerios o cúpulas dirigenciales) no da soluciones. Lo correcto era que cualquier dirigente medio o minero de base podía haber impulsado la conciliación y no dejarse llevar más bien por el “todo o nada”; por eso, todos son (y somos) responsables al actuar irracionalmente en esa confrontación.

Estoy seguro que detrás de estos siniestros acontecimientos está la mano negra del poder económico supranacional, cuyo objetivo es controlar los recursos estratégicos. Y para ello (así siempre hicieron los que detentan el poder económico mundial) tienen agentes en todos los sectores de la sociedad (dentro y fuera del Gobierno), quienes actúan con intransigencia para llegar pronto al enfrentamiento, caldo de cultivo para que tras la fratricida contienda, aparezcan las fuerzas armadas “salvadoras” de esos poderes (bajo la máscara de “Cascos Azules”) para imponernos la “paz”, e inmediatamente iniciar el negocio, bajo un régimen títere, en la administración de nuestros recursos (gas, hierro, minerales, bosques, agua, etc. ) y en la reconstrucción del país destruido.

Es que no podemos darnos cuenta que lo sucedido en Huanuni es un ensayo de lo que nos puede suceder si es que actuamos como tontos útiles del poder económico y de sus intereses ocultos. Los francotiradores situados en las cercanías al cerro disputado y que dispararon con precisión, aparentemente mataron indistintamente, lo cual enardeció mucho más a los grupos enfrentados: el objetivo parece que era crear una situación que desencadene más confrontación hasta involucrar a otros centros mineros y convertirla en incontrolable. Y parte de esa estrategia fue también la muerte de población civil que nada tenía que ver en el conflicto, como el caso de la anciana que fue despedazada por dinamitazos tras esconderse en su local, creyendo que allí estaría segura; pero, la destrucción de los puestos de venta en el mercado de la población por la acción de los explosivos, cobraron esa víctima más. http://www.laprensa.com.bo/hoy/especial/especial02.htm

Claro que en este drama tiene su buena cuota las cúpulas de los partidos tradicionales (MNR, MIR, NFR, UCS. ADN) que se la tienen jurada al Gobierno actual, pues tuvieron que aguantar el recorte de su mandato y de jar de gozar de sus privilegios tras la caída del anterior sistema y su Parlamento, partidos que no cesarán de buscar cualquier pretexto para crear conflictos y generar incertidumbre y cansancio en muchos sectores de la población, a fin de justificar un cambio de gobierno; lo que hoy sucede (9 de octubre) en la sede de Gobierno con el bloqueo de calles por los chóferes dirigidos por Franklin Durán, ex diputado suplente de NFR, es parte de ese plan.

Y es así como sucedió (y está sucediendo) en Afganistán e Irak, países donde los ganadores son los empresarios de la industria armamentista, los empresarios petroleros, los constructores, los de servicios… y no son precisamente los ciudadanos comunes, quienes más bien siguen haciéndose llevar por las pasiones irreconciliables que sólo dividen.

No sería la primera vez en la historia de la humanidad que los poderes económicos supranacionales y los países que los protegen creen situaciones de beligerancia interna para luego sacar beneficios: la ocupación de las ultimas colonias españolas (Cuba, Filipinas y Puerto Rico) por los Estados Unidos a comienzos del siglo XX obedeció a ese tipo de conspiraciones, lo mismo que la creación de Panamá (1905) tras su secesión de Colombia, y así también fue en Grenada (1983), Panamá (1989), en Haití (1994) y en tantos otros lugares o su intervención indirecta para imponer dictaduras militares en Sudamérica en la década de los 70.

En 1912, el mismo año en que los Estados Unidos invadía militarmente a Panamá con el argumento de poner fin al desorden y acabar con la corrupción (en realidad fue para asegurar su dominio sobre el Canal interoceánico, pues se quedaron allí hasta 1933), su presidente William H. Taft sentenciaba: "No está lejano el día en que tres banderas de barras y estrellas señalen en tres sitios equidistantes la extensión de nuestro territorio: una en el Polo Norte, otra en el Canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur. Todo el hemisferio será nuestro de hecho, como, en virtud de nuestra superioridad racial, ya es nuestro moralmente". http://www.zocalo.cl/ratonera/articulo.asp?aCat=3&art=35

Aun estamos a tiempo de desenmascarar a los intransigentes de cualquier lado (oficialistas u opositores; sindicalizados o cuentapropistas; profesionales o empíricos; etc.), que como agentes o como tontos útiles nos quieren arrastrar al enfrentamiento fratricida, donde sólo ganarán los capitales transnacionales y los países que los protegen; pero, nunca Bolivia ni sus habitantes.

Yuri

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