Como lunita creciente
apareciste de pronto
y quiero creerte
y quiero quererte…
Pero no dejas rastros
y aunque en tu pasión
menguaras cual luna
me quedo contigo
quizá ilusionado
rondándote un poco
no inventándome historias
ni tuyas ni mías
tan sólo esperando otro día
de sol y de luna
de claros augurios
sin cobros ni deudas
buscándote libre
queriéndote plena
sintiéndote clara
como luna llena.
Sep 2008
*****
Sin variar el paso marcado
te cultivo
creando idílicos momentos
volcándome a ti
con o sin lunas
hora a hora.
Torrente de ideas me invaden
rutinarias unas,
mezcla de deber y monotonía,
las que cansan;
pero llegan otras,
las que embrujan
las que tientan y se alejan,
las más buscadas,
las que nos encierran
y llenan nuestras almas.
Y reapareces intacta
bella, única
como surgida de un sueño,
más allá de las alturas.
Me envuelves
sin tiempos ni espacios
y dejas que te ame
inmensamente
viviéndote en todo
deseando sea eterno.
Dic 2008
13 dic de 2008
1 may de 2008
No necesitamos decirlo
¿Que te quiero?
bien lo sabes
y ni tú ni yo necesitamos decirlo,
tanto como yo sé
que tú también me quieres.
Y es suficiente sentirlo...
Pero si necesitamos saberlo
basta sólo mirarnos.
Abril 2008
bien lo sabes
y ni tú ni yo necesitamos decirlo,
tanto como yo sé
que tú también me quieres.
Y es suficiente sentirlo...
Pero si necesitamos saberlo
basta sólo mirarnos.
Abril 2008
29 abr de 2008
Qué me hizo decidir
Qué me hizo decidir sino tu ternura
la misma de siempre
la envuelta en letras, historia, canciones
la misma de antes
y la misma de mañana.
Y volando nos sumergimos
en la dulce sonrisa de la luna
sin compromisos ni mañanas
libres como las nubes
libres como los peces que desafían corrientes.
Y así estamos...
así estoy
pensando en ayeres / que se fueron
no queriendo pensar en mañana
volcando mis andares de hoy
en ti.
la misma de siempre
la envuelta en letras, historia, canciones
la misma de antes
y la misma de mañana.
Y volando nos sumergimos
en la dulce sonrisa de la luna
sin compromisos ni mañanas
libres como las nubes
libres como los peces que desafían corrientes.
Y así estamos...
así estoy
pensando en ayeres / que se fueron
no queriendo pensar en mañana
volcando mis andares de hoy
en ti.
2007
19 mar de 2008
Venimos de madre y padre
Venimos de madre y padre, de hombre y mujer, aunque por las circunstancias no los hayamos conocido; y en este día dedicado a los padres, es justo hacer el homenaje a los dos, pero un poco más a las mamás-papás, a las que tienen que vivir cultivando el amor-deber, las más reclamando el olvido de los progenitores, las pocas arreglándoselas solas, pero ambas olvidadas como papás.
Y quiero empezar contándoles algo de mi padre, quien cumple hoy también años aunque en otra dimensión… a quien tuve la fortuna de tenerlo cerca hasta muy abuelito, y digo fortuna mía, porque él no conoció a su padre.
¿Cuántas personas no conocen a sus padres? ¿Cuántos padres no piensan que traer seres al mundo no es como tomar algo en el camino para luego dejarlo, ya sea por su irresponsabilidad o porque de pronto dicen que quieren vivir su vida o por causas diversas? ¿Acaso los hijos piden venir al mundo?
Y con lo anterior no quiero justificar los argumentos de muchas madres que convierten a sus hijos en estandartes de lucha por sus derechos, por la obligación que tienen sus padres de “mantenerlos” (qué palabra más utilitaria), por la responsabilidad que tienen, etc., etc. Muchas de ellas viven obsesionadas en las pensiones, en que no reciben ni un peso de los padres de sus hijos. Y si bien es cierto que esos padres tienen obligaciones y responsabilidad hacia los hijos que trajeron al mundo, también es cierto que la dignidad no tiene precio, la que es siempre pisoteada tras unos cuantos centavos o montos altos (al fin limosna) conseguidos con presiones, sentencias judiciales, detenciones, amenazas, chantajes o con cualquier otro recurso… por eso valoro a las pocas madres-padres que se las arreglan solas, a aquellas que infundieron a sus hijos o hijas que la dignidad está por encima de cualquier dinero dado a regañadientes y a presión y sin amor, sea mucho o poco.
¿Y qué es ser padre para mí? Más que el protector (que no deberíamos dejar de serlo), el confidente, el apoyo real de carne y hueso, sobre todo en momentos de desazón; y también el justo, el que busca el equilibrio, sin crear privilegios. Pero lo difícil es abrir nuestro corazón a los hijos, darles confianza, decir y actuar honestamente, con coherencia, la que muchas veces nos abandona… y en esa confianza y confidencialidad ser capaces también de depositar en ellos nuestros momentos en los que nos sentimos derrumbados, porque limitarse a no hacerles faltar las necesidades básicas (si se es responsable), si bien es un mérito, no es suficiente si no les damos ese componente de afecto, de amor, sensibilidad que no es material ni se compra.
Y conforme pasan los años, sin quererlo y sin buscarlo, uno también se va convirtiendo en padre de muchos hijos e hijas, o lo convierten a uno en padre, pero en el sentido completo: como protector, como confidente y como justo; aunque a veces también nos sentimos padres de los hijos que no nos pertenecen, de los hijos de las mujeres que nos van robando el corazón.
¿Y qué hacer como hijos? Qué no mejor que cultivar la confianza de los padres, darles nuestro tiempo que no nos imaginamos cuánto lo necesitan, no abusar de su bondad y también brindarles la paciencia necesaria… en fin: quererlos, porque tenemos la fortuna de tenerlos cerca.
Y quiero empezar contándoles algo de mi padre, quien cumple hoy también años aunque en otra dimensión… a quien tuve la fortuna de tenerlo cerca hasta muy abuelito, y digo fortuna mía, porque él no conoció a su padre.
¿Cuántas personas no conocen a sus padres? ¿Cuántos padres no piensan que traer seres al mundo no es como tomar algo en el camino para luego dejarlo, ya sea por su irresponsabilidad o porque de pronto dicen que quieren vivir su vida o por causas diversas? ¿Acaso los hijos piden venir al mundo?
Y con lo anterior no quiero justificar los argumentos de muchas madres que convierten a sus hijos en estandartes de lucha por sus derechos, por la obligación que tienen sus padres de “mantenerlos” (qué palabra más utilitaria), por la responsabilidad que tienen, etc., etc. Muchas de ellas viven obsesionadas en las pensiones, en que no reciben ni un peso de los padres de sus hijos. Y si bien es cierto que esos padres tienen obligaciones y responsabilidad hacia los hijos que trajeron al mundo, también es cierto que la dignidad no tiene precio, la que es siempre pisoteada tras unos cuantos centavos o montos altos (al fin limosna) conseguidos con presiones, sentencias judiciales, detenciones, amenazas, chantajes o con cualquier otro recurso… por eso valoro a las pocas madres-padres que se las arreglan solas, a aquellas que infundieron a sus hijos o hijas que la dignidad está por encima de cualquier dinero dado a regañadientes y a presión y sin amor, sea mucho o poco.
¿Y qué es ser padre para mí? Más que el protector (que no deberíamos dejar de serlo), el confidente, el apoyo real de carne y hueso, sobre todo en momentos de desazón; y también el justo, el que busca el equilibrio, sin crear privilegios. Pero lo difícil es abrir nuestro corazón a los hijos, darles confianza, decir y actuar honestamente, con coherencia, la que muchas veces nos abandona… y en esa confianza y confidencialidad ser capaces también de depositar en ellos nuestros momentos en los que nos sentimos derrumbados, porque limitarse a no hacerles faltar las necesidades básicas (si se es responsable), si bien es un mérito, no es suficiente si no les damos ese componente de afecto, de amor, sensibilidad que no es material ni se compra.
Y conforme pasan los años, sin quererlo y sin buscarlo, uno también se va convirtiendo en padre de muchos hijos e hijas, o lo convierten a uno en padre, pero en el sentido completo: como protector, como confidente y como justo; aunque a veces también nos sentimos padres de los hijos que no nos pertenecen, de los hijos de las mujeres que nos van robando el corazón.
¿Y qué hacer como hijos? Qué no mejor que cultivar la confianza de los padres, darles nuestro tiempo que no nos imaginamos cuánto lo necesitan, no abusar de su bondad y también brindarles la paciencia necesaria… en fin: quererlos, porque tenemos la fortuna de tenerlos cerca.
17 mar de 2008
PRESAGIOS
Tal vez triste,
tal vez alegre esté cuando me vaya,
triste por tenerte ausente,
alegre por la felicidad que encuentres.
Pero seguiré contigo,
bebiendo un poco de luz
de tu alma compartida.
2006
*****************
Aquí estoy
esperándote
sabiendo que tal vez nunca llegues,
creyendo en ilusiones creadas por cábalas forzadas;
pero sigo fiel a mis creencias.
No importa la hora ni el lugar
y sigo atento a tu llamada.
jun 2007
*******************
Algo se quebró,
pero no yo.
Quien se quebró es tu presente
envuelto en tu pasado,
pasado que no te deja;
y que aunque olvidado lo creas
te sigue atrapando de nuevo
y sin reparos te impone modelos
a verdades muy lejanas
de tus pesares pasados.
Y no importa que te cubras entera
de ropajes impermeables,
para mí sigues siendo igual
la dulce niña atrapada en luces de paz
la renovada en silencios
la real
la más amada
oct 2007
*****************
Apenas te encuentro
te desencuentro
y por más que intente lograr
hacerte entender el equívoco,
el mal entendido,
el poco tino,
(nunca la mala intención)
rompes el encanto esperado
y te alejas,
te encierras en mil murallas
y no quieres oír mi canto.
Sin embargo no me cansas
y te busco,
escudriñándote en multitud de soledades
entre el bullicio de tus silencios.
Y te visto de esperanzas,
te ciño de paz y verdades,
esperando un nuevo encuentro,
deseando no más desencuentros.
oct 2007
***************************
“Eso es todo lo que el Amor requiere:
intensidad, perseverancia y sinceridad”
dice quien explica un Sutra…
y nadie más que tú
sabe cuánto amor te he dedicado.
Más el Amor al que se postra
es el Divino,
no el que me rinde ante ti
ni el que me envuelve en tu encanto,
tampoco el de idas y venidas,
ese de risas y llantos.
El amor del que te hablo
es el que quisiera olvidar y no puedo,
ese amor que no lo entiendo,
el mismo que brotó un día como traído en el viento
ese que lo vivo en ti:
intenso, perseverante, siempre sincero.
mar 2008
tal vez alegre esté cuando me vaya,
triste por tenerte ausente,
alegre por la felicidad que encuentres.
Pero seguiré contigo,
bebiendo un poco de luz
de tu alma compartida.
2006
*****************
Aquí estoy
esperándote
sabiendo que tal vez nunca llegues,
creyendo en ilusiones creadas por cábalas forzadas;
pero sigo fiel a mis creencias.
No importa la hora ni el lugar
y sigo atento a tu llamada.
jun 2007
*******************
Algo se quebró,
pero no yo.
Quien se quebró es tu presente
envuelto en tu pasado,
pasado que no te deja;
y que aunque olvidado lo creas
te sigue atrapando de nuevo
y sin reparos te impone modelos
a verdades muy lejanas
de tus pesares pasados.
Y no importa que te cubras entera
de ropajes impermeables,
para mí sigues siendo igual
la dulce niña atrapada en luces de paz
la renovada en silencios
la real
la más amada
oct 2007
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Apenas te encuentro
te desencuentro
y por más que intente lograr
hacerte entender el equívoco,
el mal entendido,
el poco tino,
(nunca la mala intención)
rompes el encanto esperado
y te alejas,
te encierras en mil murallas
y no quieres oír mi canto.
Sin embargo no me cansas
y te busco,
escudriñándote en multitud de soledades
entre el bullicio de tus silencios.
Y te visto de esperanzas,
te ciño de paz y verdades,
esperando un nuevo encuentro,
deseando no más desencuentros.
oct 2007
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“Eso es todo lo que el Amor requiere:
intensidad, perseverancia y sinceridad”
dice quien explica un Sutra…
y nadie más que tú
sabe cuánto amor te he dedicado.
Más el Amor al que se postra
es el Divino,
no el que me rinde ante ti
ni el que me envuelve en tu encanto,
tampoco el de idas y venidas,
ese de risas y llantos.
El amor del que te hablo
es el que quisiera olvidar y no puedo,
ese amor que no lo entiendo,
el mismo que brotó un día como traído en el viento
ese que lo vivo en ti:
intenso, perseverante, siempre sincero.
mar 2008
13 mar de 2008
Unirás sentires
Fugaz como una chispa
frágil como mariposa
apareces y desapareces
no sé si vas o si vienes
ni si te quedas o nunca has llegado;
pero, como una llamarada
presiento en mi corazón
que tu vuelo incierto
que tu andar sin rumbo
pronto hallará puerto,
no sé si por largo tiempo
pero hallará reposo
y unirás sentires
22.02.2008
frágil como mariposa
apareces y desapareces
no sé si vas o si vienes
ni si te quedas o nunca has llegado;
pero, como una llamarada
presiento en mi corazón
que tu vuelo incierto
que tu andar sin rumbo
pronto hallará puerto,
no sé si por largo tiempo
pero hallará reposo
y unirás sentires
22.02.2008
12 mar de 2008
MUJERES
Mujeres de agua, mujeres de fuego, mujeres de hierro, mujeres que como aire se nos meten dentro… cuánto me rindo a sólo una sonrisa de sus miradas.
Y no dejan de sublimarme muchas de ellas, y mucho más las que he amado (aunque no sé si realmente he dejado de amarlas), y las que sigo amando, porque como rueda en pendiente, siempre vuelvo a ellas.
Y es que las mujeres-madres, de quienes parte somos, nos quiebran el alma, aún en momentos en los que creemos no obran como lo deseamos; y las mujeres-hijas, las que llevan algo nuestro, las hicimos libres, libres como el viento, para que conquisten, si ellas lo pueden, todo el mundo entero; y ni qué decir de las mujeres-compañeras, mujeres-amadas: unas suaves y otras duras; unas llenas de paciencia, otras con poco sosiego; las que más nos oyen, las que más nos hablan; todas ellas llenaron y nos llenan el alma, ponen al galope nuestros corazones, hacen volar nuestros sentimientos y nos sacan de ritmos preestablecidos, de normas, de horarios, porque es para ellas todo nuestro tiempo.
Mujeres del mundo, cuánto las quiero
08-03-2008
Y no dejan de sublimarme muchas de ellas, y mucho más las que he amado (aunque no sé si realmente he dejado de amarlas), y las que sigo amando, porque como rueda en pendiente, siempre vuelvo a ellas.
Y es que las mujeres-madres, de quienes parte somos, nos quiebran el alma, aún en momentos en los que creemos no obran como lo deseamos; y las mujeres-hijas, las que llevan algo nuestro, las hicimos libres, libres como el viento, para que conquisten, si ellas lo pueden, todo el mundo entero; y ni qué decir de las mujeres-compañeras, mujeres-amadas: unas suaves y otras duras; unas llenas de paciencia, otras con poco sosiego; las que más nos oyen, las que más nos hablan; todas ellas llenaron y nos llenan el alma, ponen al galope nuestros corazones, hacen volar nuestros sentimientos y nos sacan de ritmos preestablecidos, de normas, de horarios, porque es para ellas todo nuestro tiempo.
Mujeres del mundo, cuánto las quiero
08-03-2008
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